San Juan del Río, Qro.– La indignación crece entre pacientes renales y sus familiares luego de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Juan del Río dejara de proporcionar la eritropoyetina, medicamento indispensable para quienes reciben hemodiálisis.
Antes, este fármaco se entregaba a los derechohabientes para que lo aplicaran en casa antes de cada sesión; sin embargo, ahora deben trasladarse hasta el Hospital General de Zona 3 únicamente para recibir la inyección. La medida impacta especialmente a quienes provienen de comunidades como Santa Carmen, municipios como Jalpan o Cadereyta, muchos de ellos en silla de ruedas o en condiciones de salud delicadas.
Los afectados califican la decisión como “incoherente” y una muestra de “falta de empatía”, ya que se ven obligados a realizar hasta tres viajes por semana, perdiendo jornadas laborales y gastando en traslados. “Estamos perdiendo el trabajo también”, señaló uno de los cuidadores, quien lamentó que la carga económica y emocional para las familias se haya vuelto insostenible.
El problema no termina ahí. Al llegar al hospital, los pacientes enfrentan largas esperas y la incertidumbre de no recibir el medicamento, pues el suministro diario es limitado a 30 o 40 dosis. Quienes no alcanzan turno deben regresar al día siguiente, poniendo en riesgo su salud y exponiéndose a complicaciones como hipertensión tras los traslados.
La situación ha encendido la alarma entre la población, que exige una respuesta inmediata del IMSS y un trato digno a los enfermos renales, quienes dependen de estos tratamientos para mantenerse con vida.